Obra : “El hombre en busca de sentido”
Título Original : Ein Psychologe erlebt das Konzentrationslger
Autor : Víctor F. Frankl 
Editorial : Empresa Editorial Herder, S.A
Edición : Vigésima primera edición 2001
Editado por : Empresa Editorial Herder, S.A Barcelona
Resumen de la obra:
El libro se trata de la historia de un hombre, quien es el autor del libro, que vivió en carne propia las torturas de un campo de concentración. Nos cuenta que perdió a gran parte de su familia a causa de éstos o mejor dicho por las torturas practicadas dentro de éstos (cámaras de gas).
Comienza diciendo que trabajó en una clínica judía en Viena, él era un doctor, que cuya especialidad era la psicología, menciona que quizás esto fue de gran ayuda para sobrevivir y entender todo lo que pasó durante ese periodo.
El relato lo comienza diciendo que fue parte de muchas selecciones, hombre–mujer; niño–joven–viejo; carácter fuerte o débil, en fin variadas y diversas pruebas que fueron marcando su paso por este campo de concentración.
Comenta gran parte de sus vivencias, como que fueron detenidos y suben al tren que va en dirección al campo de concentración, Auschwitz, donde fueron clasificados y enviados a dos destinos claros, seguir con vida o morir en aquel instante; que deja de ser una persona con nombre, apellido y trascendencia, se reconoce sólo con un número bordado en la ropa entregada a la llegada al campo de concentración. Fueron reclutados en barrancones, despertados al amanecer, sin alimentación por varios días, que hacían en forma continua y sin un descanso apropiado trabajos arduos y pesados, que quien caía o se desplomaba por falta de sueño, descanso, comida o enfermedad era levantado a golpes y latigazos.
Caminaban una gran cantidad de horas y unas enormes distancias para ir a trabajar, el autor comenzó realizando grandes zanjas, luego participó obligatoriamente en la formación de parte de las líneas férreas y que luego ayudó a los enfermos en una especie de enfermería, donde lo que faltaba eran medicamentos que ayudarán a aliviar los efectos del Tifus.
Muchas personas optaron por la muerte, por pérdida de su sentido de vida, optaron por dejarse desfallecer o suicidarse simplemente.
Dentro de las clasificaciones de los prisioneros existían los “capos”, personas que optaban ser parte de la SS, y maltratar a sus propios compañeros en búsqueda de beneficios personales, ellos eran más malvados que los mismos guardias a cargo de su custodia.
Cuenta que al pasar el tiempo e ir sobreviviendo a cada nuevo día, las ilusiones de un final eran cada vez más poderosas, que éstas ilusiones eran tan fuertes que al no verse cumplidas provocaban una sintomatología grave y provocar la muerte. Muchas veces la dignidad humana fue puesta a prueba, a tal punto de no importar.
Existieron ocasiones donde todos los prisioneros, que quedaban o
sobrevivían, se reunían y en éstas el tuvo algunas intervenciones para demostrarles a ellos que la vida, o sufrimiento en aquel caso, tiene un sentido.
Hubieron oportunidades donde tuvo la posibilidad de escapar, pero decidió no poner a prueba su destino y quedarse donde el se sentía llamado a estar.
Cuenta que en una de sus arduas horas de trabajo, donde ya el cansancio era extremo, se puso a pensar en su mujer, en lo que estaría haciendo, en lo que harían cuando terminara todo, y que esto lo habría ayudado a sobreponerse varias veces.
También menciona varios estado mentales por los cuales pasaban los prisioneros de los campos de concentración, desde la rabia hasta la perdida de sentido, donde la mayoría de las veces la búsqueda de la tan deseada libertad era un fin que a veces se perdía de vista.
Dice que cuando fueron liberados, la alegría no fue un sentimiento que les surgió, se sintieron aliviados, pero no felices, que este sentimiento por la vida fue algo que tuvieron que volver a aprender.
Diagrama de la estructura conceptual de la obra. ( Esquema gráfico)

Editorial : Empresa Editorial Herder, S.A
Edición : Vigésima primera edición 2001
Editado por : Empresa Editorial Herder, S.A Barcelona
Resumen de la obra:
El libro se trata de la historia de un hombre, quien es el autor del libro, que vivió en carne propia las torturas de un campo de concentración. Nos cuenta que perdió a gran parte de su familia a causa de éstos o mejor dicho por las torturas practicadas dentro de éstos (cámaras de gas).
Comienza diciendo que trabajó en una clínica judía en Viena, él era un doctor, que cuya especialidad era la psicología, menciona que quizás esto fue de gran ayuda para sobrevivir y entender todo lo que pasó durante ese periodo.
El relato lo comienza diciendo que fue parte de muchas selecciones, hombre–mujer; niño–joven–viejo; carácter fuerte o débil, en fin variadas y diversas pruebas que fueron marcando su paso por este campo de concentración.

Caminaban una gran cantidad de horas y unas enormes distancias para ir a trabajar, el autor comenzó realizando grandes zanjas, luego participó obligatoriamente en la formación de parte de las líneas férreas y que luego ayudó a los enfermos en una especie de enfermería, donde lo que faltaba eran medicamentos que ayudarán a aliviar los efectos del Tifus.
Muchas personas optaron por la muerte, por pérdida de su sentido de vida, optaron por dejarse desfallecer o suicidarse simplemente.
Dentro de las clasificaciones de los prisioneros existían los “capos”, personas que optaban ser parte de la SS, y maltratar a sus propios compañeros en búsqueda de beneficios personales, ellos eran más malvados que los mismos guardias a cargo de su custodia.
Cuenta que al pasar el tiempo e ir sobreviviendo a cada nuevo día, las ilusiones de un final eran cada vez más poderosas, que éstas ilusiones eran tan fuertes que al no verse cumplidas provocaban una sintomatología grave y provocar la muerte. Muchas veces la dignidad humana fue puesta a prueba, a tal punto de no importar.
Existieron ocasiones donde todos los prisioneros, que quedaban o

Hubieron oportunidades donde tuvo la posibilidad de escapar, pero decidió no poner a prueba su destino y quedarse donde el se sentía llamado a estar.
Cuenta que en una de sus arduas horas de trabajo, donde ya el cansancio era extremo, se puso a pensar en su mujer, en lo que estaría haciendo, en lo que harían cuando terminara todo, y que esto lo habría ayudado a sobreponerse varias veces.
También menciona varios estado mentales por los cuales pasaban los prisioneros de los campos de concentración, desde la rabia hasta la perdida de sentido, donde la mayoría de las veces la búsqueda de la tan deseada libertad era un fin que a veces se perdía de vista.
Dice que cuando fueron liberados, la alegría no fue un sentimiento que les surgió, se sintieron aliviados, pero no felices, que este sentimiento por la vida fue algo que tuvieron que volver a aprender.
Diagrama de la estructura conceptual de la obra. ( Esquema gráfico)

Seleccionar y enumerar cinco de las ideas centrales:
1.- “…Dejar que las cosas tomen su propio curso, como así sería a partir de entonces muchas veces más…”, reiteradamente nos referimos a que las cosas debemos tomarlas por nuestras propias riendas…con nuestras propias manos, ¿pero en estas situaciones hubiese sido posible hacer o pensar tal cosa? O hacerlas caer por su propio peso?
2.- Sentido propio de la vida; Pérdida y recuperación del sentido: “…comprendí cómo el hombre desposeído de todo en este mundo, aún puede conocer la felicidad…”; “Sabia que en un grupo de trabajo moriría en poco tiempo y si tenía que morir, siquiera podía darle sentido a mi muerte…”
3.- ¿Vida o lanzarse contra la alambrada?, estas dos opciones eran recurrentes entre los prisioneros, cualquiera de éstas ponían al límite todo juicio de valor que alguien pudo realizarse en cualquier momento.
4.- “Libertad interior…el hombre puede conservar un vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, incluso en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física…”
5.- “Lo que hace daño…la apatía, el adormecimiento de las emociones y el sentimiento de que a uno no le importaría ya nunca nada…gracias a esta insensibilidad, el prisionero se rodeaba de un caparazón protector muy necesario”
1.- “…Dejar que las cosas tomen su propio curso, como así sería a partir de entonces muchas veces más…”, reiteradamente nos referimos a que las cosas debemos tomarlas por nuestras propias riendas…con nuestras propias manos, ¿pero en estas situaciones hubiese sido posible hacer o pensar tal cosa? O hacerlas caer por su propio peso?
2.- Sentido propio de la vida; Pérdida y recuperación del sentido: “…comprendí cómo el hombre desposeído de todo en este mundo, aún puede conocer la felicidad…”; “Sabia que en un grupo de trabajo moriría en poco tiempo y si tenía que morir, siquiera podía darle sentido a mi muerte…”
3.- ¿Vida o lanzarse contra la alambrada?, estas dos opciones eran recurrentes entre los prisioneros, cualquiera de éstas ponían al límite todo juicio de valor que alguien pudo realizarse en cualquier momento.
4.- “Libertad interior…el hombre puede conservar un vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, incluso en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física…”
5.- “Lo que hace daño…la apatía, el adormecimiento de las emociones y el sentimiento de que a uno no le importaría ya nunca nada…gracias a esta insensibilidad, el prisionero se rodeaba de un caparazón protector muy necesario”
Selección dos ideas centrales y desarrolle comentario crítico de éstas.
* Sentido propio de la vida; Pérdida y recuperación del sentido: “…comprendí cómo el hombre desposeído de todo en este mundo, aún puede conocer la felicidad…”; “Sabia que en un grupo de trabajo moriría en poco tiempo y si tenía que morir, siquiera podía darle sentido a mi muerte…”
Estas dos frases sacadas en forma literal del libro, me hicieron pensar, y comprender posteriormente, que tenemos un sentido en esta vida. Quizás no lo tenemos tan claro, muchas veces por los supuestos problemas que nos atormentan, el mundo que nos rodea, la velocidad que suceden las cosas, en fin tantas variables que nos afectan y no nos dejan ver nuestro simple sentido de vida. No puedo decir con claridad como identificar el sentido de vida de cada persona, pero si sé que todos tenemos “algo” que, de una u otra forma, nos mantiene con vida, nos despierta cada mañana y nos hace enfrentar un nuevo día.
Podemos sentir muchas veces, que lo que queremos lo estamos perdiendo, pero es en este momento cuando nosotros nos damos cuenta de que es lo que realmente queremos, como es sabido, nos damos cuenta que algo nos falta cuando ya no lo tenemos a nuestro lado.
* “…Dejar que las cosas tomen su propio curso, como así sería a partir de entonces muchas veces más…”, reiteradamente nos referimos a que las cosas debemos tomarlas por nuestras propias riendas…con nuestras propias manos, ¿pero en estas situaciones hubiese sido posible hacer o pensar tal cosa? O hacerlas caer por su propio peso?
Responder ambas preguntas, nos hacen reflexionar hasta lo más profundo de nuestro ser, lo cual ya genera un cambio. Sabemos que enfrentarse ante las autoridades en aquel momento era suicidarse en vida, pero no hubiesen sido valientes aquellos hombres que los intentaron o sólo fueron cobardes que tomaron la decisión de dejar la vida en manos ajenas?, difícil contestar y enjuiciar a aquellas personas, ya que nosotros no vivimos lo que ellos experimentaron en carne propia.
“…Puede que fueran pocos en número (hombres que consolaban a otros en los barrancones), pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio destino…”
Pienso que somos responsables de nuestro destino, que si queremos algo debemos salir a buscarlo hasta conseguirlo, pero siempre concientes de lo que se puede conseguir y lo que realmente es inalcanzable.
Muchas veces dejarnos llevar y dejar que sucedan las cosas, no es dejarse caer en manos de otros, sino que simplemente hemos tomado la decisión de poner todo en disposición de lo que puede ocurrir.
* Sentido propio de la vida; Pérdida y recuperación del sentido: “…comprendí cómo el hombre desposeído de todo en este mundo, aún puede conocer la felicidad…”; “Sabia que en un grupo de trabajo moriría en poco tiempo y si tenía que morir, siquiera podía darle sentido a mi muerte…”
Estas dos frases sacadas en forma literal del libro, me hicieron pensar, y comprender posteriormente, que tenemos un sentido en esta vida. Quizás no lo tenemos tan claro, muchas veces por los supuestos problemas que nos atormentan, el mundo que nos rodea, la velocidad que suceden las cosas, en fin tantas variables que nos afectan y no nos dejan ver nuestro simple sentido de vida. No puedo decir con claridad como identificar el sentido de vida de cada persona, pero si sé que todos tenemos “algo” que, de una u otra forma, nos mantiene con vida, nos despierta cada mañana y nos hace enfrentar un nuevo día.
Podemos sentir muchas veces, que lo que queremos lo estamos perdiendo, pero es en este momento cuando nosotros nos damos cuenta de que es lo que realmente queremos, como es sabido, nos damos cuenta que algo nos falta cuando ya no lo tenemos a nuestro lado.
* “…Dejar que las cosas tomen su propio curso, como así sería a partir de entonces muchas veces más…”, reiteradamente nos referimos a que las cosas debemos tomarlas por nuestras propias riendas…con nuestras propias manos, ¿pero en estas situaciones hubiese sido posible hacer o pensar tal cosa? O hacerlas caer por su propio peso?
Responder ambas preguntas, nos hacen reflexionar hasta lo más profundo de nuestro ser, lo cual ya genera un cambio. Sabemos que enfrentarse ante las autoridades en aquel momento era suicidarse en vida, pero no hubiesen sido valientes aquellos hombres que los intentaron o sólo fueron cobardes que tomaron la decisión de dejar la vida en manos ajenas?, difícil contestar y enjuiciar a aquellas personas, ya que nosotros no vivimos lo que ellos experimentaron en carne propia.
“…Puede que fueran pocos en número (hombres que consolaban a otros en los barrancones), pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio destino…”
Pienso que somos responsables de nuestro destino, que si queremos algo debemos salir a buscarlo hasta conseguirlo, pero siempre concientes de lo que se puede conseguir y lo que realmente es inalcanzable.
Muchas veces dejarnos llevar y dejar que sucedan las cosas, no es dejarse caer en manos de otros, sino que simplemente hemos tomado la decisión de poner todo en disposición de lo que puede ocurrir.
Comentario Personal del texto, con aplicación a la realidad educativa
Pienso, que es un libro que nos propone, de una u otra forma, buscar nuestro sentido.
Seremos docentes de los niños del mañana, si encontramos nuestro sentido en la educación, seremos capaces de entregar claridad del por qué los educandos deben tener sentido en sus vidas, llámense proyectos, aspiraciones, sueños, etc.
Buscar el sentido, es una tarea complicada, aún más si este mundo nos agobia con los supuestos sentidos de las demás personas y no nos ofrece espacios de reflexión personal.
Creo que aquí esta la clave, más que decirles a los niños busquen su proyecto o sentido de su vida, es enseñarles a reflexionar lo que pasa a nuestro alrededor, ya que así se comprende lo que realmente somos, personas de carne y hueso, con sentimientos y temores, que cometemos errores y aciertos, que divagamos la mayoría de las veces entre variados sentimientos y pensamientos.
“Respetar los derechos del otro, nos mantiene en paz”, esto me lo dijo en una tarde de primavera una amiga, y pienso que se relaciona directamente a lo que nos pasa y lo que debemos reforzar en nuestras aulas. Respeto al otro, y por supuesto a si mismos, es lo que nos permitirá crear los tiempos y espacios de tranquilidad para poder asegurar una posible reflexión.
Enseñar que no todo esta perdido cuando no se logra algo, también debería estar al centro de nuestras planificaciones, ya que cada vez todo esta demasiado competitivo y el sistema es una competencia continua, nuestros niños deben saber compensar esta presión y hacerla favorable en búsqueda de lo que quieren.
Se puede decir que todo es causa - efecto de lo que actuamos, hacemos y/o pensamos, si queremos un futuro mejor, realicemos todo lo que este a nuestro alcance hoy, para que esto sea posible. Es decir, enseñar a nuestros niños lo que queremos de un futuro para que ellos vivan mejor, es una tarea inmediata y urgente, es nuestro deber empezar en estas nuevas generaciones para poder repercutir más adelante.
Pienso, que es un libro que nos propone, de una u otra forma, buscar nuestro sentido.
Seremos docentes de los niños del mañana, si encontramos nuestro sentido en la educación, seremos capaces de entregar claridad del por qué los educandos deben tener sentido en sus vidas, llámense proyectos, aspiraciones, sueños, etc.
Buscar el sentido, es una tarea complicada, aún más si este mundo nos agobia con los supuestos sentidos de las demás personas y no nos ofrece espacios de reflexión personal.
Creo que aquí esta la clave, más que decirles a los niños busquen su proyecto o sentido de su vida, es enseñarles a reflexionar lo que pasa a nuestro alrededor, ya que así se comprende lo que realmente somos, personas de carne y hueso, con sentimientos y temores, que cometemos errores y aciertos, que divagamos la mayoría de las veces entre variados sentimientos y pensamientos.
“Respetar los derechos del otro, nos mantiene en paz”, esto me lo dijo en una tarde de primavera una amiga, y pienso que se relaciona directamente a lo que nos pasa y lo que debemos reforzar en nuestras aulas. Respeto al otro, y por supuesto a si mismos, es lo que nos permitirá crear los tiempos y espacios de tranquilidad para poder asegurar una posible reflexión.
Enseñar que no todo esta perdido cuando no se logra algo, también debería estar al centro de nuestras planificaciones, ya que cada vez todo esta demasiado competitivo y el sistema es una competencia continua, nuestros niños deben saber compensar esta presión y hacerla favorable en búsqueda de lo que quieren.
Se puede decir que todo es causa - efecto de lo que actuamos, hacemos y/o pensamos, si queremos un futuro mejor, realicemos todo lo que este a nuestro alcance hoy, para que esto sea posible. Es decir, enseñar a nuestros niños lo que queremos de un futuro para que ellos vivan mejor, es una tarea inmediata y urgente, es nuestro deber empezar en estas nuevas generaciones para poder repercutir más adelante.

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